Muy pronto, el primero de enero, celebramos el aniversario 52 de la Revolución Cubana. Ha sido largo el camino, lleno de dificultades, de sacrificios, de entrega de muchos, de hostigamiento y agresión perennes y crecientes por parte de EE.UU. y de triunfos y de conquistas, o para decirlo como solo Silvio podría hacerlo: el machete se enredó en la maleza varias veces, hubo noches en que las estrellas no quisieron salir y hemos tenido que abrir la selva con nuestros brazos, pero a pesar de todo Cuba ha ido. Y de eso se trata justamente.
Cuba vive un momento trascendental y sin precedente en su historia. Se trata de preservar la Revolución y lo bueno que ha logrado, se trata de mantener viva la esperanza, se trata de que el ejemplo que emana de Cuba no se desvanezca, se trata de demostrar que el socialismo es la única alternativa posible para construir una sociedad más justa, se trata en fin de no renunciar a la idea de que los oprimidos, los desposeídos, los marginados puedan soñar con otro mundo mejor que el que tienen ahora.
A pesar del pesimismo y la manipulación que los medios de desinformación occidentales, como es lógico, tratan de añadirle a las noticias sobre Cuba y su situación actual, el debate, totalmente participativo que hoy ocupa a toda la nación con vistas al Sexto Congreso de Partido, indica la madurez política que ha alcanzado el pueblo cubano y el optimismo que se tiene en nuestro futuro y será este debate el que arroje la medida de lo que hay que cambiar, ajustar o redefinir y de las directivas que en ese congreso se acuerden.
Cada sugerencia o idea está siendo debidamente plasmada para que enriquezca el intercambio y añada elementos y perspectivas nuevas. Pero que no le quepa la menor duda a nadie de que será el Socialismo, perfeccionado y adaptado a nuestras propias circunstancias y contexto sociocultural, más acorde a los tiempos que corren y por lo tanto más humano, el sistema que Cuba seguirá construyendo. Los cubanos confiamos en la habilidad del Partido de poder conducir a la Revolución y a Cuba hacia la nueva etapa en el perfeccionamiento de nuestro modelo de desarrollo socioeconómico.
Cada sugerencia o idea está siendo debidamente plasmada para que enriquezca el intercambio y añada elementos y perspectivas nuevas. Pero que no le quepa la menor duda a nadie de que será el Socialismo, perfeccionado y adaptado a nuestras propias circunstancias y contexto sociocultural, más acorde a los tiempos que corren y por lo tanto más humano, el sistema que Cuba seguirá construyendo. Los cubanos confiamos en la habilidad del Partido de poder conducir a la Revolución y a Cuba hacia la nueva etapa en el perfeccionamiento de nuestro modelo de desarrollo socioeconómico.
¡Paz y prosperidad para Cuba!
¡Viva la Heroica Revolución Cubana!
¡Seguimos venciendo!
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